martes, 24 de agosto de 2010

Los Fundamentalistas del Pochoclo

Llegaste corriendo, con lo justo, a la boletería. Te comiste una cola que se te hizo eterna, y pediste las entradas para la película que querías ver, obviamente te tocó una ubicación horrible, pero no importa. Subiste, te comiste otra cola, para el pochoclo (¿Ver una película sin pochoclo? ¿Qué es eso? ¡Sacrilegio, eso es!), la película ya empieza y el que te atiende te quiere redondear con un chocolate. Agarraste el balde gigante, la gaseosa que se te desborda y enfilaste para las salas. Entras, los trailers ya están a la mitad, lo cuál es un bajonazo porque, todos sabemos, la película puede estar buena o no, pero los trailers siempre están buenos. Pero ya está, estás adentro, la peli empieza y por dos horas, los problemas de tu vida no importan, no importa la cotización del dolar, si aumentó la papa, si tu suegra viene o no a cenar, lo que importa es lo que pasa en esa pantalla. Durante esas dos horas, sos libre. O casi.
Este Blog no es un cuento de hadas, desde que llegaste a la fila para sacar las entradas, hasta que te fuiste del shopping, estamos nosotros. Los fundamentalistas del Pochoclo, fieles guardianes de la salas, la boleteria y el Candy Bar. Nosotros vemos todo lo que haces, y lo que no. Mientras vos te relajabas (o pensabas que lo hacías), estabamos ahí, sin que nos vieras, laburando para que tu finde valga la pena (porque si, no tenemos "findes"). Nosotros te atendemos con una sonrisa, somos callados, respetuosos, pero tenemos memoria e Internet, y sabemos como usarla...